Los celtas, procedentes del sur de Alemania, invadieron todo este territorio en el siglo VII A.C. estableciéndose en Galicia, y en la región llamada Sierra Morena. Más tarde se mezclaron con los iberos en Aragón y formaron una región llamada Celtiberia.
Antes de la llegada de los romanos, hacia 206 A.C., no existía una unidad lingüística; los grupos colonizadores conservaron y extendieron sus propias lenguas. Con la llegada de los romanos, las costumbres de estos pueblos cambiaron por completo y la lengua romana, el latín, se impuso en todo el imperio.
El latín vulgar era hablado por el pueblo de Roma (en contraposición al culto) y se impuso en todas las colonias pero con diversos matices de expresión. Ese latín se convirtió poco a poco en las lenguas romances: español, francés, italiano, provenzal, catalán, gallego-portugués, retrorrománico, rumano y sardo. El latín pertenece a las lenguas itálicas y éstas al indoeuropeo (irlandés, galés, escocés, alemán, inglés, holandés, ruso, polaco, checo, búlgaro y serbocroata).
Durante los siglos XIV y XV el dialecto castellano se consolidó mucho más rápido que otros dialectos hablados en España y posteriormente, con la aparición de los textos de gramática, de ortografía y con la fundación de la Real Academia de la lengua quedó totalmente establecido como la lengua oficial.
El aimara, el guaraní, el mapuche, el náhuatl, el taíno, el maya y el quechua, entre otras muchas eran las lenguas habladas por las diferentes tribus que habitaban América. El español llegó a América a través de los sucesivos viajes de Colón y permitió la comunicación gracias a los interpretes en un principio, y posteriormente al mestizaje y a la Iglesia católica con su afán evangelizador.
A raíz de los viajes de colonizadores, principalmente andaluces, que pasaban primero por las canarias y la variedad de lenguas existentes en nuestro territorio el español americano tiene las características fónicas que hacen de él, un español distinto al hablado en España.
El español, término reciente, también es llamado castellano porque se hablaba en la tierra de castillos, Castilla, en el medioevo. La Real Academia Española decidió llamar a nuestro idioma lengua española, que por número de hablantes ocupa el tercer lugar entre las lenguas del mundo con 400 millones de hablantes nativos.
El idioma español se originó en la región suroeste de Europa conocida como la Península Ibérica. En algún momento a finales del siglo 6 A.C., los primeros habitantes de la región, los ibéricos, comenzaron a mezclarse con los celtas, pueblos nómadas de Europa central. Los dos grupos formaron un pueblo denominado Celtibéricos, hablantes de una forma de celta.
Bajo el gobierno del imperio romano, en 19 A.C., la región se hizo conocida como Hispania, y sus habitantes aprendieron el latín de comerciantes, colonizadores, administradores y soldados romanos. Cuando el latín clásico de las clases educadas de Roma se mezcló con las lenguas pre-romanas de los ibéricos, celtas y cartagineses, apareció una lengua llamada latín vulgar. Siguió los modelos básicos del latín pero tomó y añadió palabras de otras lenguas.
Incluso después que los visigodos, tribus germánicas de Europa oriental, invadieron Hispania en el siglo V D.C., el latín continuó siendo el idioma oficial del gobierno y la cultura hasta aproximadamente el año 719 D.C., cuando grupos islámicos de habla árabe del norte de África, llamados los moros, completaron su conquista de la región. El árabe y un dialecto afín llamado Mozárabe se hablaron ampliamente en la España islámica, excepto en unos cuantos reinos cristianos lejanos que se encontraban en el norte, como Asturias, en donde el latín vulgar sobrevivío.
Durante los siglos subsiguientes, los reinos cristianos reconquistaron paulatinamente la España en propiedad de los moros y retomaron el país lingüística, política, militar y culturalmente. Como los cristianos se trasladaron al sur, sus dialectos del latín vulgar se volvieron dominantes. En particular, el castellano, un dialecto que se originó en las llanuras del norte, se llevó a las regiones del sur y este.
castellano y andaluz El idioma que resultó fue un idioma híbrido porque el castellano tomó muchas palabras del mozárabe, y se calcula que el español moderno cuenta con aproximadamente 4,000 palabras con raíces árabes. La creación de un idioma español estandarizado basado en el dialecto castellano comenzó en el año 1200 con el rey Alfonso X, quien fue llamado el rey-erudito de Castilla y León. Él y su corte de eruditos adoptaron la ciudad de Toledo, un centro cultural en la planicie central, como la base de sus actividades. Ahí, los eruditos escribieron obras originales en castellano y tradujeron historias, crónicas y obras científicas, jurídicas y literarias de otros idiomas (principalmente de latín, griego y árabe.) En efecto, este esfuerzo histórico de traducción fue un vehículo importante para la diseminación del conocimiento en la Europa occidental antigua. Alfonso X también adoptó el castellano para el trabajo administrativo y todos los documentos y decretos oficiales. El dialecto castellano de España ganó amplia aceptación durante el reinado de los monarcas católicos Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, quienes completaron la reconquista de España en 1492 al expulsar a los moros de su última fortaleza en la ciudad de Granada. Isabel y Fernando hicieron el castellano el idioma oficial en su reino. En el mismo año que los moros fueron derrotados, apareció un libro importante: Arte de la lengua castellana (The Art of the Castilian Language) de Antonio de Nebrija. Fue el primer libro para estudiar e intentar definir la gramática de un idioma europeo. El dialecto castellano de Toledo se convirtió en el estándar escrito y educativo en España, aun cuando permanecieron varios dialectos hablados. El más notable fue el andaluz, un dialecto que se hablaba en la ciudad del sur de Sevilla en la región de Andalucía. |
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